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“Pretextos” contra la Agricultura de Conservación

“Pretextos” contra la Agricultura de Conservación

 

De acuerdo a la sección de Agricultura de Conservación de la FAO “El objetivo de la Agricultura de Conservación (AC) es lograr una agricultura sostenible y rentable y en consecuencia dirigida al mejoramiento del sustento de los agricultores mediante la aplicación de los tres principios de la AC: una perturbación mínima del suelo; cobertura permanente del suelo; y la rotación de cultivos”, en este sentido estoy totalmente de acuerdo con la definición y los 3 principios que enuncia.

La FAO también refiere “La AC ofrece un potencial enorme para toda clase de tamaño de fincas y sistemas agro-ecológicos. Sin embargo, su adopción es más necesaria para los pequeños productores”.

La realidad es que a pesar de la recomendación que hace la FAO, en México los pequeños productores son quienes se resisten con mayor contundencia en adoptar los sistemas de producción bajo el esquema de Agricultura de Conservación.

Pretextos

Para el pequeño productor mexicano, la tradición de más de 5 siglos de agricultura tradicional es un concepto y una forma de vida productiva que está completamente arraigada en su cerebro y por lo tanto una “verdad absoluta” al momento de decidir las prácticas de labranza que realizará cada ciclo de producción sea temporal, de riego ó de humedad residual.

Lo preocupante de esta situación es que no sólo el pequeño productor actúa de esta forma ante la propuesta de Adopción de sistemas de producción Sustentable, la mayoría de los técnicos de campo, funcionarios del sector Agropecuario (excepto FIRA), Instituciones Educativas y Proveedores  de Insumos o Maquinaria Agrícola respondemos con resistencia y temor. Se dicen muchos comentarios sobre la Agricultura de Conservación: Cero Labranza es igual a Cero Cosecha, Labranza de Conservación es igual a suelos sucios por la “basura” (rastrojo) que se deja como cobertura, Siembra Directa es igual a trabajo de “flojos” a quienes no les gusta trabajar sus suelos, Labranza Mínima es igual a problemas de muchas plagas del suelo y malezas, Agricultura de Conservación es igual a depender de los herbicidas porque aumenta su uso, Labranza de Conservación es igual a limitarse para lograr altos rendimientos, Cero Labranza es igual a dejar de aprovechar mi “zacate” (rastrojo) para venderlo y aprovecharlo como alimento de mis “animalitos”, etc. Podría continuar la lista de “pretextos” que el temor y la falta de información convierten en realidad la lista anterior de dichos en México.

Estimados lectores, más de 100 millones de Agricultura de Conservación en el mundo NO pueden estar equivocados, ¿vamos a continuar viendo pasar frente a nuestros ojos esta tecnología?, mi respuesta es NO, debido a que finalmente vamos a Adoptarla después de muchos años de pérdidas de suelo, tiempo, fertilidad, producción y capacidad de retención de agua. Y cuando menciono vamos, incluyo a los pequeños productores, los técnicos de campo, funcionarios del sector Agropecuario, Instituciones Educativas y Proveedores  de Insumos o Maquinaria Agrícola.

Dos razones principales están forzando al pequeño productor en México para considerar como una opción la AC, los altos costos de producción y la disminución de las lluvias acompañadas de largos períodos de sequia. Una práctica conservacionista de producción sustentable se está adoptando principalmente por razones de economía, los altos costos de producción por hectárea están reduciendo los márgenes de utilidad y dejando de ser atractiva la actividad agropecuaria. Un ejemplo del impacto económico al adoptar la AC en sorgo bajo producción en temporal es el Productor Cooperante Asunción Aguilar Aragón en Acteopan por las Faldas del Popocatepetl en Puebla, México comprobando la diferencia entre los $ 9,640.00 de costos de producción bajo sistemas tradicionales con rendimientos por hectárea de 5 toneladas, comparado con los $8,460.00 bajo sistemas de AC, con rendimientos de 7.5 toneladas por hectárea en el ciclo P.V. 2009/2009 y tomando en cuenta que en el año 2009 en la región se presentó una sequía prolongada de mas de 40 días.

La otra razón, la temporada de lluvias lleva una tendencia baja e incierta, por ejemplo este año, de acuerdo con declaraciones de Alma Delia Báez González investigadora del INIFAP La mayoría de las zonas agrícolas del país presentan condiciones de humedad, sin embargo, para los meses de mayo y julio existe el riesgo de que las lluvias se ubiquen por debajo de lo normal, provocando retrasos en las siembras de temporal que se realizan por esos meses. Los suelos en México están perdiendo la capacidad de retención del agua de lluvia, el exceso de labranza tradicional provoca el lavado del suelo por las corrientes que se forman en la superficie, esta condición deja una capa superficial con poca capacidad de retención de agua, perdiéndose la humedad por evaporación principalmente.

A propósito de los “pretextos”

Dejar Rastrojo (mal llamado “basura”) sobre el suelo, aporta mejores condiciones de retención superficial de humedad y protección al suelo contra los efectos de la erosión eólica e hídrica. Supongamos que tenemos una población de 80 mil plantas de maíz por hectárea, entonces al no voltear el suelo por la acción del arado, tendremos 80 mil raíces  que se transforman en Materia Orgánica y dejan cañerías o conductos naturales donde se alojara oxigeno, agua, microorganismos, lombriz de tierra y por supuesto las raíces de la siguiente generación de plantas que se desarrollaran en el próximo ciclo agrícola. ¿Fantasía o Realidad?, como todo proceso natural los resultados requieren de tiempos. Los tiempos dependen de prácticas como romper la capa dura del suelo llamada “piso de arado”, adición de abonos orgánicos, inocular semillas para la siembra con microorganismos como Micorrizas y Bacterias, aplicar extracto de guano de murciélago, todo basado en Análisis de Suelos la base para partir en toda recomendación de nutrición de plantas. Por ejemplo en Puebla, después de 2 ciclos de producción bajo el sistema de Labranza de Conservación, en la comunidad de Acteopan los rendimientos se incrementaron de 5 toneladas por hectárea a 7.5 toneladas. ¿Cómo se logró?, Rompiendo la capa dura del suelo, dejando la mitad de rastrojo superficial por ciclo, NO Arando, inocular la semilla previo a la siembra y Fertilizar con dosis bajas de fertilizante químico (60-00-00) al momento de la siembra, complementando con 4 litros de extracto de guano de murciélago, controlando con herbicidas pre emergentes y post emergentes. ¿Qué no se hizo?, No se quemó el rastrojo, no se levantó todo el rastrojo para usarlo como forraje seco, no se barbecho, no se rastreo, no se surcó el suelo, no se aplicaron cantidades excesivas de fertilizante químico, no se controlo malezas con medios mecánicos, no se realizo la labor de aporque de suelo a la base de la planta. Otro ejemplo en Puebla es el caso de Tepexco, comunidad donde los productores han alcanzado rendimientos en temporal (con agua de las lluvias) que se incrementaron de 4 toneladas por hectárea a 9 toneladas por hectárea en un periodo de 10 años de haber adoptado la Labranza de Conservación. En Tepexco han evolucionado al grado de realizar siembras en doble hilera con maquinaria de fabricación nacional ideal para la siembra directa sobre rastrojo.

La cobertura no solo evita la erosión del suelo por la acción del viento y por el impacto de las gotas de lluvias ó las corrientes de agua que se desplazan sobre el suelo por las lluvias abundantes. El rastrojo es térmico, controla malezas al evitar condiciones favorables de luz y humedad en el suelo y las semillas de malezas.

Conforme se va formando la cubierta de rastrojo ó “mulch” sobre la superficie del suelo, la necesidad de control químico se reduce. Bajo la capa de rastrojo se crean las condiciones favorables para la actividad de organismos benéficos y microorganismo reguladores que benefician a los cultivos. El agua de riego ó lluvia se retiene mejor en el rastrojo, por lo tanto los suelos cubiertos con la capa de rastrojo son más eficientes en el aprovechamiento del agua para las plantas.

El tiempo invertido para la siembra en sistemas de labranza tradicional van desde 15 a 22 días, mientras que en AC podemos sembrar incluso inmediatamente después de la cosecha.

En los sistemas de agricultura de conservación surgen más insectos y microorganismos, ya que ellos son capaces de hibernar hasta el siguiente cultivo. Pero, al mismo tiempo la cobertura proporciona hábitats para los enemigos naturales de las plagas y enfermedades que ocurren en los cultivos comerciales. Entonces, la agricultura de conservación es un sistema natural más en el cual un número superior de especies tienen lugar; esas que pueden causar daño a los cultivos, pero también organismos beneficiosos que ingieren a los organismos causantes de enfermedades, como el más alto parasitismo en huevos de ciertas especies. Se ha verificado más alta incidencia de caracoles y babosas después de las crucíferas, gusanillos (thrips) después de las gramíneas, Diabrótica sp. después de la arveja peluda (Buntin, y otros. 1994), orugas (Pseudaletia sp.) después de la avena, perforadores de tallos (Listronotus sp.) después de raygrass italiano, etc. (Gassen, 2000). No siempre una alta ocurrencia de ciertas plagas de insectos significa una más alta incidencia de daño al cultivo. Algunos insectos cambian sus hábitos de alimentación ya que la cobertura de residuos proporciona una alternativa de suministro de alimentos, como en el caso de las larvas blancas del escarabajo coleóptero (Zerbino, 2001).

Otras plagas de insectos tienen ventajas adicionales para el sistema, como la excavación de canales o concentración de nutrientes, los cuales entonces se convierten en fácilmente disponibles para las plantas, se convierten en un amigo del agricultor, los experimentos han demostrado que los insectos juegan un importante rol en la red de alimentos del suelo y el reciclaje de nutrientes.

Las larvas abren madrigueras verticales de 1.8 cm en diámetro, con un promedio de longitud de 15 cm. En la base de estos agujeros es formado un espacio de 5 cm de ancho donde ellos comen y depositan sus excrementos. Estos pueden ser encontrados a una profundidad de 10-40 cm. Como en las madrigueras de las lombrices de tierra, estos espacios muestran un mas alto pH, contenido de nutrientes y materia orgánica, y el contenido de aluminio es reducido si se compara con el suelo que le rodea.

Además del positivo efecto de estos poros verticales en el drenaje del agua de lluvia, estas concentraciones de nutrientes de plantas en las cámaras están fácilmente disponibles para su absorción por las raíces de las plantas. Otros insectos comedores de plantas, como algunas especies de gorgojos, aun cuando se presentan altos números como 100 gorgojos por m2, no causan daño a los cultivos cuando está presente la cobertura del suelo. Sin embargo, en suelos sin coberturas no se le proporciona suficiente alimento y los insectos se tornan en una plaga, dañando al cultivo (Gassen, 1999). Estos insectos no excavan canales como los anteriormente mencionados, pero son importantes en el proceso de descomposición.

La incidencia de caracoles y babosas puede incrementarse bajo condiciones húmedas. Los residuos sobre la superficie del suelo que conservan la humedad favorecen el desarrollo de estos animales. Como el daño a los cultivos puede ser considerable, la población necesita ser controlada.

Tener en cuenta que no todos los caracoles necesitan ser eliminados:

  •  menos de 4 caracoles/babosas por m2 no requiere ninguna acción
  • de 4-16 caracoles/babosas por m2 requiere acción en el momento de la siembra
  • más de 16 caracoles/babosas por m2 requiere un tratamiento con insecticidas

 Con un buen manejo de los residuos es posible prevenir la ocurrencia de grandes infestaciones. 

En los sistemas de agricultura de conservación para cada tonelada de rastrojos que se aporta al suelo hay una reducción de 2,5 toneladas de la cantidad de masa verde de maleza. El efecto alelopático se da durante el proceso de descomposición de los rastrojos y afectan la germinación de las semillas de malezas y su desarrollo. Los rastrojos impiden la acción de los rayos rojos y ultrarrojos, inhibiendo la germinación de las semillas de malezas.

Las semillas de malezas no son diseminadas e incorporadas por mucho tiempo en el suelo, ni son desenterradas a la superficie del suelo o redistribuidas por las partes de las raíces. Los herbicidas juegan un rol importante en el control de malezas durante los primeros años después de la adopción de la agricultura de conservación, al menos, en las grandes áreas de cultivo donde el control manual de malezas podría ser ineficiente.

Tres o cuatro años después de comenzar la AC, el herbicida puede aun ser necesaria su aplicación en algunos entornos, fundamentados en un conocimiento específico local de las malezas. La aplicación temprana del herbicida para eliminar la competencia de la maleza en cualquier sistema es una garantía para el crecimiento del cultivo temprano y vigoroso. El uso racional de herbicidas incrementa la productividad del proceso completo del cultivo. Los herbicidas usados correctamente y a las normas de aplicación normales no presentan ningún problema para el medio ambiente. Los herbicidas que actúan en el suelo regularmente se descomponen en el suelo y en un periodo de 4-6 semanas después de su aplicación, mientras más post-emergente ellos son, más rápidamente se disipan en el suelo.

El problema principal con el uso repetido de un mismo herbicida es la posibilidad de que algunas especies de malezas se vuelvan resistentes. Los problemas de la resistencia son prevenidos principalmente por la rotación de cultivos y evitando el uso del mismo herbicida repetidamente.

El uso del rastrojo para alimento de animales o su venta como forraje seco, no limita la adopción de AC, al destinar el rastrojo para ambos usos, estamos aportando al suelo y al sustento familiar. En AC la regla básica con el manejo del rastrojo es dejar al menos el 30% sobre el suelo. Johnson (1988), por ejemplo, indica que dejando un 20-30% de mantillo a la siembra, la erosión se reduce entre 50 y 90% comparado con un suelo sin protección. Por lo tanto para el pequeño productor no significa dejar de aprovechar el rastrojo como forraje seco y si aportar al suelo protección contra la erosión.

 ¿Cómo reaccionamos en México?

Por otro lado me da la impresión que las prácticas de Conservación de los Recursos Naturales no generan votos ni interés al momento de elecciones,  ni generan ingresos atractivos a los medios masivos de difusión o sea no es noticia más importante que el caso de un atraco a un cajero automático en “X” avenida, una volcadura en” X” tramo carretero, una ley no aprobada por los políticos o los detalles de la concentración de nuestra "exitosa" Selección Nacional de futbol en Avandaro rumbo al Mundial. 

Pero las acciones que en realidad provocarán un cambio rápido en la forma de producir en campo, es responsabilidad directa de los actores principales: los agricultores y los técnicos de campo.

En México existen varios frentes que estamos promoviendo la adopción de sistemas sustentables de producción de alimentos, en Michoacán se organizaron productores, técnicos e instituciones en el Valle Morelia – Querendaro, en Guanajuato el FIRA con las acciones del Centro de Desarrollo Tecnológico Villa Diego y productores socios y técnicos de la ASOSID AC, en el Estado de México con investigadores como el Dr. Bram Govaerts, M.C. Andrea Chocobar e Ing. José Luis Delgado del CIMMYT, en Puebla productores de sorgo y técnicos del Consejo Estatal Poblano de Productores de Sorgo AC y Productores Indígenas del Popocatepetl S.C.

Después de muchos años de promoción y resultados positivos incansables, las condiciones para formar una red nacional que aporte mejores resultados están dadas, ¿Quién levanta la mano y quiere subirse al barco? Los invito a unir esfuerzos por mejorar las condiciones de vida del sector agropecuario, rescatar y conservar nuestros recursos naturales.

Franklin D. Roosevelt dijo “En la vida hay algo peor que el fracaso: el no haber intentado nada”

*Consultor especialista en Mecanización del Campo por FAO-CECTI-FIAT Trattori, Presidente del Consejo Técnico del Consejo Poblano de Agricultura de Conservación AC, asesor de Organizaciones como Productores Indígenas del Popocatepetl SC, Consejo Estatal de Productores de Sorgo en Puebla, Asesor en Mecanización de la CNPAMM ProBiofert y Centrales de Servicios Agropecuarios. E-mail pamr8288@gmail.com

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